Personería celebró segundo aniversario de la Fundación Malabareando las Calles
Más de 200 jóvenes en situación de calle tienen una nueva opción de vida gracias a este proyecto que busca darles nuevas oportunidades
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nes son atendidos en Malabareando Las Calles y han logrado reconstruir sus sueños de vida gracias a esta fundación. Foto: Nidia Paola Monsalve
Como un “proyecto modelo”, que debería ser el punto de partida para comenzar a cambiar las opciones de vida de los jóvenes, así calificó la Personera de Pereira Sandra Lorena Cárdenas a la Casa de los Sueños creada por la fundación Malabareando las Calles, que arribó a su segundo año brindando atención a más de 200 jóvenes que han estado en situación de calle.
“Es un proyecto que está cumpliendo con la tarea de resocializar a niños y niñas que han estado en situación de calle a través de arte, del amor y la confianza”, destacó la Personera Municipal.
El modelo de trabajo social que practica la fundación va más allá de los estándares que practica el Estado, por esta razón, desde la Personería se espera continuar con el apoyo necesario para que más jóvenes puedan concretar sus proyectos de vida.
GRAN PROYECTO
Para el artista y músico César López el trabajo de la Casa de los Sueños es importante desde la confianza y el amor que brinda a todos los jóvenes, pero además recuerda a todos los habitantes de Pereira y de Colombia que existe una realidad que se debe atender.
“Hay niños que aún están en las calles que necesitan de nosotros para superar esos dolores producidos por los problemas de nuestra sociedad, pero además esta es una manera de decirle al país que hay cientos de ideas para que todos podamos seguir soñando con un país mejor”, agregó López.
SUEÑOS POR CUMPLIR
En un ejemplo para la sociedad se ha convertido Julián Mateo Arenas, joven de 21 años de edad, quien ya lleva dos años en la Casa de los Sueños haciendo realidad su sueño: cambiar su perspectiva de vida.
Antes de conocer la fundación, para Julián Mateo solo había pena y desilusiones por el consumo de drogas, por la violencia de las calles. Sin embargo, reconoció que desde su llegada a Malabareando las Calles, poco a poco ha ido descubriendo nuevos caminos para llegar a tener una vida diferente, entre esos la música urbana.
“La música para mí es alegría, cambiar de vida, a mí me ha servido para dejar las calles, los problemas. Por eso sueño con ser un artista de música urbana”, dijo.
El joven habló de todo lo que ha tenido que pasar para superar los malos momentos y que eso es algo que quiere trasmitirle a la gente a través de la música. “Quiero llevar un mensaje a los niños, a los jóvenes, porque la vida hay que pensarla de manera responsable, no como un momento de diversión, sin pensar que las drogas te pueden llevar a problemas, peleas, y para los que aún no han podido salir de allí, decirles que hay una vida diferente y que si se puede comenzar de cero”, comentó.